Capítulo
décimo segundo
Desde
algún lugar de las desérticas montañas australianas, donde el el
sol calienta como si fuera a hervir una gran caldera, lejos de
cualquier parte habitada, pero cerca de una de las carreteras que por
ahí pasan, cerca de Simpsons Gap, en un rancho, varias personas
están intentando controlar los ordenadores de la secreta oficina de
control y seguimiento del ciudadano a través de un troyano que han
logrado insertar en los ordenadores por medio de un servidor que
tiene en uno de los satélites y poco a poco ha infectado todos los
ordenadores de la agencia ( secreta oficina de control y seguimiento
del ciudadano). Acaban de insertar un programa que simula a la
perfección el original, pero el control del programa original lo
tienen los de este rancho, control que a veces tienen que hacer uso
para que ciertas personas que han de ser eliminadas lo sean para no
levantar sospechas. Más si cada vez que se da la orden de eliminar a
alguien los “recogedores” de cadáveres se avisan
automáticamente, lo que explica la velocidad con que aparecen en el
lugar. Pero lo que si hacen desde Simpson Gap es filtrar a las
personas que forman parte del equipo liquidador del sistema. En
teoría todo funciona normalmente, las muertes siguen, los
seguimientos también, pero el control total ya no lo tienen las
grandes familias, sino el equipo de la Srª Australia a través de la
brecha en el sistema de comunicaciones que han abierto los rusos, que
por cierto se han hecho con todo el control de los satélites,
incluso de las comunicaciones del al Estación Espacial
Internacional, si bien sólo intervienen en el servidor que allí
está instalado en el cual hay una copia de todo el sistema, copia
que una vez modificada han colocado en servicio para usarla como
pantalla para disimular el control que de dicha base se tiene..
Por
otro lado, en un hotel cerca de la frontera de Italia, una antigua
base militar de la OTAN reconvertida en hotel, cerca de un pequeño
riachuelo, mirando al nordeste se vislumbra unas enormes montañas,
los Alpes, y ya a lo cerca el olor a viñas, verdes viñas de las que
sale un excelente vino y que da nombre a toda la comarca de la
Provence en el parque Nacional de Luberón, justo en la salida de
Apt, en la misma ruta de Viton, Francia, un grupo de científicos de
varias las nacionalidades reunidos allí con la excusa de debatir
sobre las alergias alimentarias y su interacción en el ser humano,
están investigando en secreto como desactivar el sustancia que hace
que al quitar el chip se fallezca en pocos días y encontrar el
antídoto, o por lo menos el camino a seguir para encontrarlo, ya que
allí no disponen de laboratorio....
Algunos
de los participantes han conseguido hacer unas analíticas de los
fallecidos por eliminación del chip y no encuentran, en principio
nada anormal, pero tampoco ha sido fácil, pues los laboratorios y
las analíticas están intervenidas por el sistema, peligrando la
vida de quien haga algo más de lo que se le pide, la información
que trasciende es mínima, con cuenta gotas, pues al poder no le
interesa que se sepa nada del chip, lo único que quieren que sepan
es que es para poder tener derecho sobre los servicios sociales y
Seguridad Social y así eliminar del servicio a los que no tienen
derecho a ello, pocas personas son estas pues para controlar a toda
la población a casi todos se les ha implantado dicho chip....
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