domingo, 6 de mayo de 2012

El chip, capítulo décimo segundo

El chip


Capítulo décimo segundo

Desde algún lugar de las desérticas montañas australianas, donde el el sol calienta como si fuera a hervir una gran caldera, lejos de cualquier parte habitada, pero cerca de una de las carreteras que por ahí pasan, cerca de Simpsons Gap, en un rancho, varias personas están intentando controlar los ordenadores de la secreta oficina de control y seguimiento del ciudadano a través de un troyano que han logrado insertar en los ordenadores por medio de un servidor que tiene en uno de los satélites y poco a poco ha infectado todos los ordenadores de la agencia ( secreta oficina de control y seguimiento del ciudadano). Acaban de insertar un programa que simula a la perfección el original, pero el control del programa original lo tienen los de este rancho, control que a veces tienen que hacer uso para que ciertas personas que han de ser eliminadas lo sean para no levantar sospechas. Más si cada vez que se da la orden de eliminar a alguien los “recogedores” de cadáveres se avisan automáticamente, lo que explica la velocidad con que aparecen en el lugar. Pero lo que si hacen desde Simpson Gap es filtrar a las personas que forman parte del equipo liquidador del sistema. En teoría todo funciona normalmente, las muertes siguen, los seguimientos también, pero el control total ya no lo tienen las grandes familias, sino el equipo de la Srª Australia a través de la brecha en el sistema de comunicaciones que han abierto los rusos, que por cierto se han hecho con todo el control de los satélites, incluso de las comunicaciones del al Estación Espacial Internacional, si bien sólo intervienen en el servidor que allí está instalado en el cual hay una copia de todo el sistema, copia que una vez modificada han colocado en servicio para usarla como pantalla para disimular el control que de dicha base se tiene..

Por otro lado, en un hotel cerca de la frontera de Italia, una antigua base militar de la OTAN reconvertida en hotel, cerca de un pequeño riachuelo, mirando al nordeste se vislumbra unas enormes montañas, los Alpes, y ya a lo cerca el olor a viñas, verdes viñas de las que sale un excelente vino y que da nombre a toda la comarca de la Provence en el parque Nacional de Luberón, justo en la salida de Apt, en la misma ruta de Viton, Francia, un grupo de científicos de varias las nacionalidades reunidos allí con la excusa de debatir sobre las alergias alimentarias y su interacción en el ser humano, están investigando en secreto como desactivar el sustancia que hace que al quitar el chip se fallezca en pocos días y encontrar el antídoto, o por lo menos el camino a seguir para encontrarlo, ya que allí no disponen de laboratorio....

Algunos de los participantes han conseguido hacer unas analíticas de los fallecidos por eliminación del chip y no encuentran, en principio nada anormal, pero tampoco ha sido fácil, pues los laboratorios y las analíticas están intervenidas por el sistema, peligrando la vida de quien haga algo más de lo que se le pide, la información que trasciende es mínima, con cuenta gotas, pues al poder no le interesa que se sepa nada del chip, lo único que quieren que sepan es que es para poder tener derecho sobre los servicios sociales y Seguridad Social y así eliminar del servicio a los que no tienen derecho a ello, pocas personas son estas pues para controlar a toda la población a casi todos se les ha implantado dicho chip....

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