domingo, 6 de mayo de 2012

El chip. capítulo décimo primero

El chip



Capítulo décimo primero.

En una gran sala de algún alto edificio de Nueva York,una gran y larga mesa en el centro, llena de ordenadores a uno y otro lado, las paredes acristaladas donde se deja entrever por las cortinas de láminas que están medio cerradas para no desconcentrar a los operarios sentados delante de los ordenadores, operarios que están esperando la orden del jefe de sala, este a una punta de la mesa controlando a todos los operarios y dando las órdenes pertinentes de vender y comprar a cada lado de la mesa , también tiene un ordenador delante con una gran pantalla y cascos con micrófono incorporado por donde el a su vez recibe las ordenes de comprar y vender acciones de unas empresas u otras.

Es un trabajo frenético que se lleva a cabo y en consonancia con los agentes de bolsa que están en cada una de las bolsas de los diferentes ciudades del mundo.

En cada minuto pasan miles de millones de dólares de unas manos a otras a través de estas oficinas de corredores. Manejan muy complicadas carteras de valores y lo importante que que los inversores que en ellos han puesto su confianza pueden tener beneficios, para ello es muy importante todas las informaciones que se puedan tener de muy diversos puntos del mundo sobre el mundo empresarial, sus políticas, las políticas de los gobiernos pertinentes que puedan afectar positivamente o negativamente sobre una empresa determinada, informaciones que a veces son ciertas y otras falsas, pero que las premuras de tiempo no da mucho tiempo para investigar si son ciertas o no, pero lo que si es cierto es que cualquier rumor, independientemente de se veracidad afecta a los valores en el mercado.

Manipulaciones muy comunes que, en teoría están prohibidas, pero de la forma que se producen es muy difícil saber de quien o de donde provienen por lo que siempre queda impune quien los propague.

En los momentos de tranquilidad estas oficinas tienen que sacar mejor rendimiento a su trabajo, ya que la mayoría cobra por transacción independientemente del resultado, entonces es cuando se empieza a comprar y vender sin ton ni son, pero procurando no afectar a las ganancias ya obtenidas obteniendo mayores beneficios a costa de los inversores, cosa que estos al no ver alterados sus beneficios no se dan cuenta de las maniobras. Solo controlan los resultados, no las transacciones.

Desde algún recóndito lugar del mundo se empiezan a mover rumores que las empresas de cierta familia, una de las grandes familias del gran capital no funcionan como deberían en algunos países, además algunos gobiernos amenazan con nacionalizar dichas empresas sin compensación alguna. Enseguida todos los inversores que de dichas empresas tienen acciones dan la orden de vender inmediatamente cosa que hace caer los valores de dicha empresa a precios de saldo. Pero alguien ha comprado dichas acciones y enseguida se piensa en que alguien ha roto el pacto entre las grandes familias, empiezan las peleas entre ellas. Cada una echa la culpa a las otras, los rumores se ceben al día siguiente en las empresas de otra de las grandes familias aumentando la desconfianza entre ellos, acaba de empezar una guerra financiera con una gran inestabilidad, sobre todo en la confianza que hasta ahora se tenía, poco a poco alguna de estas familias se acercan al borde de la ruina aumentando la fortuna de las otras, pero todo es momentáneo,pues también a ellas les van tocando los rumores sobre sus empresas, pero esta vez el dinero ya no va al resto de las familias que hasta ahora controlaban todo el poder, desaparece en unas empresas fantasma que ellas desconocen, pero cada día que pasa las grandes familias van perdiendo fortuna, fortuna que ganan las empresas fantasma.

Así día tras día, semana tras semana, nadie sabe lo que pasa, pero ya han contratado unos cuantos investigadores para saber quienes son los que controlan estas empresas fantasma, las investigaciones se centran el los paraísos fiscales, sitios donde cualquiera puede montar una empresa sin que seles pidan más detalles, solo con una pequeña cuota que se paga cada año por tener la empresa en el país.

La voraginé de la bolsa ya está dando la vuelta al mundo, pero los periódicos y los medios de comunicación no dan casi ninguna información, no interesa que se sepa que están perdiendo poder.

El nerviosismo ya empieza a instalarse en todas las grandes familias, cada día que pasa las pérdidas son más importantes y el control sobre la bolsa lo están perdiendo en cada segundo.

Necesitan culpables a los que eliminar, pero no saben por quien empezar...

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